Hoy por fin, después de no sé cuántas veces que lo sugirió Angel, me animé a ir a un ensayo del coro de la ULSA.
Bueno, no sé si pueda decir realmente que me animé; sino que en algún punto de la semana decidí que tal vez sería bueno para quitarme esa aura de emo que se me ha estado pegando (¿Me estoy volviendo emo? Eso sí es como para deprimirse... como emo.)
Así que un día lo decidí en un segundo y hoy simplemente me dejé llevar.
Bueno, hay que aclarar que no es exactamente "el coro de la ULSA", sino "el coro de padres de familia de la ULSA". Un montón de señores y señoras, no todos muy afinados, y uno que otro chavo con muchas ganas.
Definitivamente no fue mi sueño hecho realidad, como quizás alguna vez lo fue el primer ensayo de teatro, de coro o de algún ensamble en el tec. Pero también esas eran épocas diferentes. Sin embargo, en general me sentí bastante agusto. Bueno para empezar porque soy adicto a cantar. Y durante un par de horas me hizo olvidar los dolores de mi mamá, el vecino asesinado o mi tesis atrasada.
Definitivamente no es el coro que México esperaba; he estado en grupos con mucho más talento, pero creo que no se trata de eso. Me la pasé bien. Fue algo diferente, de lo que no sabía qué esperar.
No sé si realmente quiera cantar en alguna misa con ellos; incluso no sé si regresaré el jueves próximo. Pero al menos por hoy, estuvo bien.
Supongo que eso es bueno.
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