En México, la sección de noticias internacionales normalmente habla de Hugo Chávez, de Obama, de Medio Oriente (pero sólo porque tiene que ver con Estados Unidos), y si acaso de repente se menciona algo de Europa, cuando hay alguna reunión de políticos, o algo así, pero principalmente se habla del continente americano.
Acá en Japón, las noticias internacionales que me llegan en CNN hablan de que hubo elecciones en Indonesia, que si China hizo tal cosa, la India, Malasia y Corea. Normalmente, México rara vez aparece.
Excepto, obviamente, en abril, cuando México se volvió sinónimo de influenza. Tan pronto como supe que ningún familiar ni amigo estaba infectado, y que, además, es como Amandititita (nadie sabe por qué es tan famosa, si en realidad hay MUCHAS otras personas con más talento --en este caso, muchas más enfermedades más mortales... como la gripe común, por ejemplo), dejé de prestarle atención.
El tiempo pasó, y más países decidieron entrar a la moda de la influenza. El tema pasó a ser de menor importancia que las elecciones en Indonesia y en Pakistán, o que el cambio de lado en la circulación de las calles en Samoa. Los e-mails diciendo que la influenza es mentira se volvieron tan comunes y corrientes como el de poner el NIP al revés o el del virus que quema el sector zero de tu disco duro.
♦ ♦ ♦
Normalmente cuando uno está en México, uno nunca se acuerda de su país hasta que en la tercera semana de agosto empiezan a aparecer por todos lados banderitas, banderotas, playeras de la selección, sombreros con la bonita y elegante leyenda "VIVA MEXICO CABRONES", colguijos para el coche, tatuajes, guirnaldas, papel picado y aguilitas.
Yo nunca he sido especialmente patriota. Hago lo que puedo por mejorar mi entorno más cercano, pero estoy muy consciente de que, a pesar de tener paisajes hermosos, México está compuesto por muchas personas muy diferentes, y muchas de ellas tienen ideologías y comportamientos que yo no comparto, les faltan valores que creo importantes, y jalan para abajo a todos los demás. Además, durante mucho tiempo (algo así como 15 años), el 15 de septiembre para mí no significó celebrar al país (¿le ponen velitas y las apaga?), sino el cumpleaños de uno de mis mejores amigos de la primaria. Cada año celebrábamos toda la noche con un banquete en su casa, con toda su familia y amigos; y circunstancialmente la fiesta estaba adornada tricolor, y la etiqueta social nos hacía perder 20 min de nuestro tiempo en ponerle atención al presidente en la tele, aunque a nosotros nos parecía ridículo que las tías y abuelitas gritaran ¡VIVA! a la pantalla, como si el presidente las fuera a escuchar...
Sin embargo, creo que todos los que estamos en el extranjero, por instinto tenemos cierto patriotismo constante. Sobre todo cuando, como es mi caso, estamos rodeados de gente de muchas culturas y países diferentes; todo el tiempo estamos mostrando banderitas, regalando muñequitos, sarapitos, dulces típicos, juguetes; mostrando canciones y hasta cantando el Himno bajo petición; conviviendo con otros --poquitos-- mexicanos siempre te da gusto ver cuando los demás sacan otros regalitos diferentes a los tuyos. Si caminando por la calle vez a lo lejos una banderita verde, blanca y roja, inmediatamente capta tu atención y vas a tomarle fotos, buscando identificarte. Las canciones mexicanas que les puse hace tiempo las escucho con frecuencia.
En ese estado nos encontramos, creo yo, todos.
Pero curiosamente, al menos en mi caso, desde la última semana de agosto, sí que se ha hecho presente México. Pero no con banderitas, matracas y cornetas, sino con malas noticias. De repente la BBC me despierta con la noticia de que están secuestrando un avión, o las secciones de noticias que tengo en mi página de inicio del internet me avisan sobre más muertos en Juárez, me recuerdan las granadas en Morelia hace un año, informan de los nuevos impuestos... Me entero por mi familia y amigos que el tráfico en el DF ha empeorado, que ya no hay agua, que el presidente del empleo corre a 3 mil empleados...
Incluso en Youtube lo que me encuentro es un video de mis mejores amigos de la carrera felizmente abucheando al Himno Nacional de Honduras en un partido de futbol. Sé que estoy exagerando, que no es tanto una falta de respeto, sino parte del juego, que lejos del estadio no hay bronca... pero en los comentarios del video veo la falta de cultura y respeto que tiene mucha gente de mi país. Y esto lo siento más porque aquí convivo con mucha gente de distintos países (la mayoría más tercermundistas que México) y algo que he aprendido es a valorar y respetar a todos. Así que cuando alguien comenta el video diciendo "puro gorila en honduras" no me cae tan bien.
Así es como se me ha hecho presente México en estas fiestas patrias. Recordándome todo lo que no me gusta del país.
La gota que derramó el vaso, creo, fue este documental que alguien mostró en Facebook, donde nos recuerda que la justicia en México no es más que una pantalla para mantener tranquila a la gente. MPs compitiendo por ver quién mete más gente a la cárcel (sin importar si son o no culpables) como microbuseros echando carreras para ganar pasajeros.
En fin, cuando empecé a escribir no era mi intención ponerme tan pesimista, saben que no me gusta ponerle atención a lo malo, pero me dejé llevar. De hecho originalmente no iba a escribir, pero en vista de que son fiestas patrias, me uno a la reflexión que hicieron Manuel y Felipe. ¿Me gustaría quedarme en Japón?
Es curioso. Mis ganas de regresar empezaron a crecer poco antes de que empezaran a llegarme todas las malas noticias que les comento. Ya me urge ver a mi familia y amigos y echar unos buenos tacos. La música la puedo escuchar aquí en mi compu, pero no es lo mismo. Ya me cansé de no entender la mitad de los letreros que veo en la calle y el 90% de lo que dicen las etiquetas de lo que como, y sólo entender a medias lo que habla la gente.
Pero por otro lado, me encanta esto de no tener que fijarme en "no llamar la atención" para que no me vayan a asaltar; me encanta que la gente te ayude a tomarte la foto, que los meseros te atiendan, y que en general todos los negocios te reciban con una sonrisa. Me encanta ver a niños de 10 años con sus mochilas tomar solos el tren, sin preocuparse de que los asalten; niños de 4 ó 5 años corriendo risueños por los pasillos del centro comercial e incluso en la calle mientras sus papás los cuidan de lejos, sin miedo a que alguien lo vaya a secuestrar. No tengo que estar esperando al camión media hora porque sé exactamente a qué hora va a pasar, y puedo planear mi viaje y saber a qué hora va a llegar el tren. Sí, definitivamente me gustan muchas cosas de aquí que mi país no tiene.
Pero ya, ya me cansé de estar aquí. Quiero regresar a donde en cualquier esquina puedo comer unos buenos tacos y no me costarán 50 pesos el taco; a estar con mi familia y amigos; a pasear a alguna ciudad colonial y oír una marimba o un mariachi; quiero regresar y arreglar todo lo que pueda. Sé que puedo poner un granito de arena ahorita y muchos después, y sé que no soy el único que quiere hacerlo. Aunque hoy no me dieron ganas de decir "Viva México", quiero intentar luchar por que me vuelvan a dar.
La música, al menos en mí, tiene el maldito poder de provocarme sentimientos. Así que vamos a ponernos patriotas:
PD: Se me olvidaba decir que algo de lo que he aprendido conviviendo con otros países es que no estamos tan pior, hay otros lugares que sí están más amolados... nosotros tenemos que dejar de quejarnos del gobierno y jalar todos al parejo en vez de estarnos peleando entre nosotros.
3 comentarios:
¿Qué te puedo decir? Yo siempre he dicho que me gusta mi país, por los paisajes, por el folklore, la comida... pero de ahí en fuera, no sé. Es triste, desesperanzador. Hace poco reencontré antiguos escritos míos en los que comento que me apanica el cambio de poderes ene l país por los perredistas, escritos en los que la falta de agua me da miedo... y ahora que tengo a Gabriel y está cada día más cerca de la edad de entrada a primaria me entra la urgencia por salir corriendo de aquí a otro país, donde el idioma principal no sea el español y la educación le pueda dar más armas. Y puede sonar ridículo si me quedan 3 años antes ed que deba entrar a estudiar formalmente... pero se van en un suspiro. ¿En qué momento decidí que México no era un buen lugar para criar a un chamaco? No sé y me entristece. Me gusta decir que soy mexicana, a pesar de todo lo que he oído (recuerda que he trabajado para Western Union y en un hotel donde el utirmos era gringo y europeo) de cómo nos ven fuera... Y leerte me lo recuerda...
Sigo pensando "Me gusta México" mas ahora siento que debo huir de él. So sad...
Yo soy de los que piensan que desgraciadamente mi país se está muriendo, lo estamos matando todos con nuestra irresponnsabilidad, lo políticos con sus tranzas (famoso dicho "el que no tranza no avanza") y nosotros con nuestra apatia para exigir de ellos y de nosotros mismos responsabilidad y honrades en nuestroas actos.
Sin embargo, gente como tú dispuesta a aportar aunque sea un granito de arena para este país le pueden devolver la grandeza que nunca debió haber perdido.
Es alentador, mientras mas gente de tu generación y de las que siguen piense así, estaremos del otro lado ya que México tiene todo, lastima de su gente, pero no toda su gente y esto es lo que brinda esperanza.
Te esperamos con ansia por aca pero mientras sigue disfrutando como lo has hecho hasta ahora del viaje que tanto soñaste y que al lograrlo demuestras que todo es posible cuando se quiere y que si somos capaces de querer levantar a México, nadie nos va a detener asi que:
¡¡¡VIVA MEXICO!!! como no.
Tu papa
Me gustó mucho tu entrada, tienes mucha razón y me identifico plenamente con la parte final... yo alguna vez estuve en Suecia, allá al igual que en Japón la puntualidad, el orden y el respeto (por no mencionar la seguridad) son aspectos muy importantes; yo no quería regresarme a veces, pero finalmente hay un cariño especial a ciertas cosas en nuestro país que francamente te gana y regresas.
Quizá lo importante aquí es ponerse a pensar que si en otros países existe orden y respeto, significa que no es imposible realizarlo, claro que a México le falta mucho camino por recorrer... pero creo que sí se puede.
Publicar un comentario