Desde niño me enseñaron a apreciar la música. Mi papá me enseñó a apreciar los distintos ritmos y diferentes grupos de instrumentos. Sin entrar en tecnicismos, intuitivamente aprendí la diferencia entre la sensación que produce un acorde mayor y uno menor. En la primaria, el profesor David Miranda me enseñó cada una de las notas, y analicé las líneas melódicas de las canciones de Cri-Cri. Luego el profesor David Parra me enseñó a hacer armonías simples, y terminó de afianzar esa debilidad que tengo para dejar mis sentimientos a merced de la música.
Curiosamente, de adolescente nunca fui aficionado a ningún grupo en particular. Era demasiado ñoño y nunca compré discos de Guns 'n Roses ni esos inicios de Molotov, mucho menos iba a conciertos. Todos mis domingos se iban en comprarme cassettes de Nintendo.
Desde niño, mi primo y mis amigos de la primaria me enseñaron a disfrutar de los videojuegos. Recuerdo la primera vez que agarré un control del Nintendo. Quise brincar apretando arriba, y el Goomba me mató. Poco después me di cuenta, no sólo de que se brincaba con el botón A, sino que el que hizo el juego hizo un esfuerzo por contarnos una pequeña historia. No eran sólo unos cuadritos que esquivaban a otros cuadritos. Se trataba de un plomero italiano-americano que por azares del destino se encontraba tratando de salvar a una princesa. Lo interesante es que después de un par de minutos de avanzar en ese mundo plano de ladrillos rojos y cielos azules, de repente se encontraba en una cueva oscura con ladrillos azul marino. Y además, la música de fondo era diferente.
Después llegaron más juegos, que contaban distintas historias y presentaban distintos ambientes. Y, así como en las películas, cada uno tenía su soundtrack característico, para completar el ambiente.
Como les decía, desde niño siempre he puesto mucha atención a la música. Y en los videojuegos no fue la excepción.
Un día se me ocurrió inventar con mi primo que jugáramos a adivinar la canción. Yo tarareaba una canción de algún juego de Nintendo o Super Nintendo que los dos conociéramos, y él tenía que adivinar qué juego era y de qué nivel. Se esforzó un par de veces, pero a la tercera le costó más trabajo --era la canción de dentro de los jarrones del Mario 2-- y se aburrió. A mí eso de estar tarareando canciones y adivinarlas me parecía lo más divertido que se podía hacer después de jugar Nintendo; nunca entendí por qué a él no le pareció igual de divertido.
Desde hace un par de semanas les estuve comentando a todos por aquí que ayer iba a ir a un concierto de música de videojuegos con orquesta. Todos a los que se los dije se quedaron con cara de what. No saben que aquí en Japón desde hace mucho tiempo se hacen conciertos con composiciones de Nobuo Uematsu. No saben que Koji Kondo es a The Legend of Zelda lo que John Williams es a Star Wars. No saben que Video Games Live es un show que lleva unos cuantos años presentándose en todo el mundo y que esta vez llenó dos funciones en la sala A del Tokyo International Forum, el teatro más grande de Japón, con más de 5,000 asientos.
Porque, es normal, la mayoría de la gente, cuando les dices "música de videojuegos" lo más probable es que piensen en esto:
6 comentarios:
Jajaja yo tambien le presto mucha atencion a los soundtrack de los juegos o de los animes..el sonido del piano me hace sentir muy bien, o de la musica instrumental o de opera..me siento en paz y m hace olvidarme del mundo y de las dificultades...Nadie entiende ese tipo de canciones y m dicen que estoy loca =(..pero no es asi yo lo entiendo...jum
Hacer un videojuego es como hacer una película, de hecho tienen las mismas fases (pre-producción, Producción y post-producción)... y una película no es lo mismo sin su soundtrack.
Agradable entrada, yo la verdad conocí a mi banda favorita (NIN) gracias a que hicieron soundtrack y efectos del videojuego Quake =P
¿David Miranda? Así se llamaba mi profe de música en la primaria...
Y gracias a otro personaje en mi existir y ahora muchísimo más gracias a Tensai, empecé a apreciar lo hermoso de la música del anime y de los videojuegos. Hay OST que son taaaaan maravillosos...
Saludos
La musica, el lenguaje universal que todos entendemos, siempre presente en las actividades de nuestras vidas y los videojuegos no podían ser la excepción.
Que lujo haber asistido a ese concierto.
Un abrazo, Tu papá
L,N: Sí, también las series de anime tienen música padrísima.
X: Exactamente. De hecho, no se debería considerar "música de videojuegos" como un género... creo que ya está a punto de que las canciones se empiecen a reconocer por sí mismas, como pasa con muchos soundtracks de películas.
N: ¿Será porque estuvimos en la misma primaria? Por cierto, leí tu entrada sobre Escaflowne, pero no podía comentar porque estaba "trabajando"... y ya después no me acordé qué iba a comentar.
P: El año quentra van a México, ¿vamos?
Ya abrí mi blog de nuevo (información de última hora) así que serás bien recibido por allá.
Por otro lado, anuncia los datos de cuando vengan a México ¿no? Inundaste mi curiosidad. Salu2.
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