Y tú, ¿qué quieres ser cuando seas grande?

Hoy mientras me bañaba, decidía cuál sería el siguiente tema a tratar en este espacio. Todo mundo habla de la crisis mundial (siendo subjetivamente fan de Japón, me gustó este punto de vista), pero creo que a veces hay cosas más importantes que resolver cada quien en su interior.

Y tú, ¿qué quieres ser cuando seas grande?

Curiosamente, en la junta de hoy, Israel nos presentó este documento.

Los invito a leerlo pero no es indispensable para discutir el tema de hoy... sólo me llamó la atención cómo 'coincidió' el tema de la junta con el tema de la regadera.


Cuando yo era niño, tengo recuerdos de que la respuesta a esa pregunta era algo como "los lunes, voy a ser bombero; los martes, cartero; los miércoles, inventor. Los jueves, 'hacedor de cintas' (como mi tío), y los viernes policía."

O algo así. El caso es que me llamaban la atención tantas cosas que no podía decidirme por una sola.

El tiempo pasó, la vida avanzó, la escuela llegó... y llegó un momento en el que la respuesta a la pregunta "Qué quieres hacer?" era obvia: terminar la carrera. Durante 5 años no me tuve que poner a pensar en ello.

Hubo un momento a principios de la carrera que sí consideré desviarme y estudiar actuación. Ambas cosas me apasionan mucho, sin embargo me puse a analizar mi futuro y decidí que, no sólo es "menos complicado" conseguir un "buen trabajo" en la ingeniería, sino que mi talento como artista era menor que mi habilidad como ingeniero, así que dejé de preguntarme cuál realmente me gusta más, puesto que ya sabía la respuesta a las preguntas "para qué soy bueno" y "en dónde hay chamba."

Y mucha gente hace eso. Se dedica a aquello que le lleva el pan a la mesa. En mi caso, afortunadamente, me gusta, pero hay mucha gente que ni eso.

Eliges una carrera según donde haya más chamba. (Esther, la señora que hacía la limpieza en mi casa, decía "¿Y por qué no estudia para doctor? ¿O para abogado? Ellos hacen mucho dinero, ¿no?") Durante 4 años tu objetivo en la vida es ir pasando las materias y terminar tu carrera, para poder presumir tu bonito título universitario. Y con él conseguir un "buen trabajo". Que, muchas veces, tampoco lo escoges tú; ellos te escogen a tí.

De los millones de posibilidades de cosas que hacer en el mundo, decides enfocarte a ser empleado de una de las miles de empresas que hay. De ahí, mandas curriculum a unas cuantas decenas, según las que te enteraste en el periódico o en internet o recomendadas. De esas decenas, a lo mejor unas 20 ven realmente tu curriculum. Unas 15 deciden hablarte, sólo 10 logran contactarte, sólo 7 te interesan, sólo a 5 vas a la entrevista, quizás unas 3 te vuelven a llamar, y te das el lujo de decir que "tú escogiste" una.

Una vez contratado, tu meta en la vida durante esta semana es cumplir con las tareas que te asignen en el trabajo, para que al final de la quincena te den tu cheque.

Luego, si funcionas, tus jefes se encargan de lavarte el coco y convencerte de que tu meta en la vida es hacer carrera ahí. (De nuevo, tampoco lo elegiste tú; y resulta muy cómodo que "ya tienes una meta" por los siguientes años, como cuando estabas en la carrera.) Te enfocas años a trabajar para el jefe. El dueño se vuelve más millonario, y tú quizá subes de puesto y recibes un aumento de, si bien te va, un 20%. Y eso te emociona.


Me asusta escuchar a gente aquí en la oficina que está muy feliz porque este año ya tiene VEINTE días de vacaciones, y eso porque ya lleva veinte años trabajando aquí.

Veinte años cumpliéndole los sueños al dueño. Y quién sabe desde hace cuántos se dejó de preguntar cuáles eran los suyos, porque ya se convenció de que su sueño es "hacer carrera" ahí, como le dicen sus superiores.

Toda una vida decidida por el azar de cuál currículum mandaste antes y cuál empresa te escogió.

Robert Kiyozaki le llama "la carrera de la rata".




Hace unos meses aprendí que no siempre "lo que haces" (a lo que le dedicas el 80% de tu tiempo de vida) tiene que estar definido por "lo que te paga." Y entonces regresa la pregunta.

¿Qué quieres ser de grande?
¿Qué quieres hacer?


Todavía tengo algunas "metas obvias" a corto plazo, como irme a la especialidad en Japón. Pero, ¿y al regresar?

  • A veces me veo muy feliz con mi taller de CNC.
  • A veces me veo muy feliz dirigiendo una orquesta.
  • A veces me veo muy feliz como empleado en una consultoría de CAD-CAE-CAM.
  • A veces me veo muy feliz estudiando teatro.
  • A veces me veo muy feliz yendo los lunes a un taller de comedia musical, los martes haciendo robotitos, los miércoles tocando música y cantando con mis amigos,... los jueves hacedor de cintas y los viernes policía.


Ahora me doy cuenta que desde pequeño tenía ese problema. Me apasionan varias cosas distintas. Y lo peor de todo es que, de esas 5 ó 6 cosas que me apasionan, no soy tan malo en 3. Y cada vez que me dedico a alguna, la gente que me rodea me trata de convencer de que le dedique el 100% de mi tiempo a esa.

Como cuando en la carrera quería participar en todos los talleres de teatro y música y Benjamín me decía que entrara con él al concurso de robótica pero yo quería pasarme todo el día en el taller de mecánica pero el sábado en la noche en casa de Diego quería pasarme todo el fin de semana de fiesta y luego participar con ellos en su teatro experimental. Y luego me pasaba la tarde haciendo la tarea de Control de Calidad y luego jugando Nintendo.

Así que la pregunta para mí sigue abierta. Tengo fé en que encontraré la forma de diseñarme una vida que involucre todo lo que me gusta. O al menos, como dice el documento de Isra, dedicarme un rato a algo sabiendo que no será a lo que le dedique mi tiempo toda mi vida.


Y tú, ¿qué quieres ser de grande?

2 comentarios:

El Arturelo dijo...

La clave de todo el pedo es alcanzar "libertad financiera"

El mecartistrónico dijo...

Exacto... pero da hueva hacerlo si no sabes para qué la quieres.