Llegando tarde a casa

Hace tiempo escribí un post en el que me quejaba de que no había nada en mi vida como cuando en la universidad me quedaba a los ensayos de teatro o de los espectáculos musicales.

En ese entonces, me dedicaba las primeras diez u once horas del día a las clases, tareas, laboratorios, investigaciones, prácticas (porque a veces hasta se nos olvidaba comer), y cuando llegaba la noche subía al 4o piso del edificio del gimnasio para ponerme otras tres horas a cantar, bailar, actuar... sudar.

ph-xxsemana25[1]Creo que los semestres que más disfruté fueron séptimo y noveno. En séptimo con Niña de Sombra y la XX SC (foto), el noveno con Beatlemanía. Me acuerdo muy bien que llegaba a mi casa ya como a eso de las 11 de la noche. Mis papás ya dormidos; muchas veces me dejaban algo de cenar, otras veces me lo preparaba yo. Recuerdo que llegaba yo solo al comedor, tratando de no hacer mucho ruido para no despertarlos, y mientras cenaba me ponía a ver a David Letterman. Y me ponía a reflexionar sobre el día. Me ponía a reflexionar cómo, a pesar de lo cansado que estaba ya en ese momento, había sido un buen día. Porque no sólo dediqué la mayor parte del día a lo que la gente hace "normalmente" --la carrera-- sino que además aproveché mi "tiempo libre" no para rascarme la panza, sino para estar con mis amigos y construir algo. Porque eso es lo más satisfactorio de ese tipo de espectáculos. Estar con gente que aprecias y sentir que juntos están construyendo algo.

Primos y amigos, ajenos a ese medio, me cuestionaban que por qué lo hacía. Que si me pagaban por las funciones que daba. No hubiera estado mal que lo hicieran, sin embargo mi motivación era otra. Y así terminaba el día junto con David Letterman; muerto de cansancio pero con la sensación de "hoy fue un buen día, estuvo bien aprovechado". Y al día siguiente, como si nada, listo para el laboratorio de electrónica a las 7 de la madrugada.

Y hace tiempo que extrañaba ese sentimiento.

Como algunos saben, hace como 3 de meses entré a un negocio, cuyas actividades en su momento prometían ser un buen sustituto para esas actividades "después de lo normal" que tanto extrañaba. Sin embargo, como también saben (y he recalcado en los últimos posts de aquí), llevo muuucho tiempo "terminando" mi tesis de maestría. Y mientras no la terminaba, cada vez que le dedicaba mi "tiempo libre" a otra cosa, por muy bien que lo hiciera, al final terminaba con un sabor de boca de "hoy pude haber avanzado con la tesis... y no lo hice."

Ya terminé. Me faltan un par de artículos, y descubrir en qué playa del mundo están vacacionando mis sinodales y directores, pero ya terminé. Ya no puedo usar la tesis como pretexto para otras cosas.

Esta semana, por fin decidí lo que quería decidir desde hace 3 meses. Porque hace 3 meses entré al negocio, pero en realidad no desde hace 3 meses estoy participando en el negocio. Decidí a partir de ahora llenar ese hueco de aquel primer post, y dedicar mi "tiempo libre" a hacer crecer mi negocio. Hoy busqué a Lysett y a Ernesto, viejos amigos que hace tiempo no veía, para platicarles.

Llegué a mi casa a las 11:30 de la noche. Mientras cenaba, me puse a ver a David Letterman. Y tuve de nuevo ese sentimiento. Dediqué la mayor parte del día a mis actividades "normales", y luego dediqué mi "tiempo libre" a convivir con mis amigos, mientras estoy construyendo algo grande. Terminé el día muy cansado, pero con el sentimiento de que fue un día bien aprovechado, y de haber visto a gente que quiero. Y además, sé que estoy un paso más cerca de mi sueños, y que estoy ayudando a mis amigos a lograr los suyos. Seguramente mañana me podré despertar temprano.

Y ahora sí, me pagan por hacerlo.