En el departamento que está dos pisos arriba del mío, vive una pareja de brasileños que se la pasan toodo el tiempo peleándose. De hecho, el miércoles de la semana pasada no me dejaban dormir porque se estuvieron gritoneando mentadas de madre en portugués de 2 a 3 de la mañana. Y dos pisos más abajo se oían sus gritos. Dos pisos más abajo me despertaron sus gritos.
Ayer otra vez me mantuvieron despierto con sus gritos, pero ahora no se estaban peleando; se estaban, digamos... reconciliando. Sólo para que no diga que siempre se pelean. Y lo malo es que hace unos meses me acostumbré a que cuando oigo gritos en la noche, luego luego me paro y voy por las medicinas de mi mamá. Ya que veo todo tranquilo e identifico que los gritos son de otra naturaleza, ya es muy tarde. Estoy fuera de la cama y con el sueño espantado.
Pero algún día cobraré venganza...
Ya estoy empezando a construir mi panel elíptico; interesadas favor de comunicarse por este medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario